La crisis ha dado la vuelta a la situación de los inmigrantes con permiso de residencia en León y la Comunidad.

La crisis ha dado la vuelta a la situación de los inmigrantes con permiso de residencia en León y la Comunidad. Desde el 2007 hasta el 2011 éstos decidieron emigrar desde sus países de origen a la Comunidad por el delicado escenario en el que se encontraban y en busca de una vida mejor, la realidad habla de que el empeoramiento económico y social en España ha provocado un frenazo de esa tendencia en el primer semestre de este año.

Según los datos del Observatorio Permanente de la Inmigración, organismo dependiente del Ministerio de Trabajo, en cuatro de las nueve provincias de Castilla y León decreció el número de inmigrantes, entre ellas León, con un 0,1% menos, hasta las 25.686 personas. El número de ciudadanos rumanos y búlgaros creció en la provincia, aunque la mayor concentración de estos últimos se encuentra en Valladolid, Segovia y Burgos.

Respecto a los datos para la Comunidad se han mantenido casi intactos en relación al periodo correspondiente a entre enero y junio del pasado ejercicio, con 189.132 extranjeros con certificado de registro, frente a a los 188.353 del 2011, es decir, un ligero incremento del 0,41%.

Las causas de este viraje de la población extranjera responden, probablemente, a la situación económica y social de España, con lo que muchos de los inmigrantes que preveían llegar a Castilla y León para buscar trabajo y asentarse en su territorio prefieran ahora quedarse en su país de origen.

Presencia repartida

Según el Observatorio Permanente de la Inmigración, las otras tres provincias con descenso de la inmigración en Castilla y León son Burgos en un 1,77%, hasta situarse en los 37.075 inmigrantes, en Segovia, un 1,16, con 25.481 personas, y en Ávila con un 0,3% menos hasta las 15.844 personas.

Por el contrario, en cinco de las nueve provincias creció el número de inmigrantes. Destaca el caso de Zamora, con un 4,72% más en los seis primeros meses, hasta los 11.200, seguida de Salamanca, con un 2,28% (18.906 personas), Valladolid, con un 2,01% de incremento (36.293), Palencia, con un 1,3 de aumento (8.273) y Soria, con un 0,69% más (10.374 extranjeros).

En total, su presencia está bastante repartida por todo el territorio de la Comunidad, pero especialmente se encuentran asentados en Burgos y Valladolid, las provincias más industrializadas, con 37.075 y 36.293 personas. Entre ambas representan cuatro de cada diez extranjeros de la región.

Como sucede en los últimos años, los colectivos búlgaro, rumano y marroquí se erigen como los que mayor peso representan entre los extranjeros de la Comunidad, principalmente desde que se reconoció el libre movimiento a través del viejo continente el 1 de enero del 2007 de los dos primeros. Tanto es así que en el primer semestre suponían entre los tres la mitad de todos los inmigrantes, con 39.116 ciudadanos de Rumanía, 30.794 de Bulgaria y 24.148 de Marruecos.